Skip to main content

La sostenibilidad en el sector agroalimentario avanza cuando se convierte en una herramienta útil, conectada con la realidad del campo y orientada a generar valor. 

Ese ha sido el punto de partida del proyecto piloto impulsado por el Observatorio de Sostenibilidad de Anecoop, desarrollado junto a tres cooperativas hortofrutícolas de referencia: Hortamar (Almería), Alimer (Región de Murcia) y Ruralfruit (Comunidad Valenciana).

El objetivo era claro: medir, evaluar y actuar. Medir lo que ya se está haciendo, identificar oportunidades de mejora, y activar acciones concretas que contribuyan a una sostenibilidad real, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con los retos estratégicos del sector agroalimentario.

Una metodología adaptada al sector agro: datos, diagnóstico y acción

El proyecto piloto se desarrolló con una metodología flexible y participativa, especialmente diseñada para el sector cooperativo agroalimentario. A lo largo de varias semanas se llevaron a cabo sesiones de trabajo, visitas a campo, entrevistas internas y análisis de información para construir un diagnóstico técnico riguroso, pero accesible y útil para la toma de decisiones.

La estructura de trabajo se organizó en tres fases:

  • Talleres participativos: para detectar prioridades, sensibilizar internamente y alinear la visión estratégica de la cooperativa con los criterios de sostenibilidad.
  • Visitas técnicas a instalaciones: que permitieron observar directamente los procesos, prácticas cotidianas y condiciones específicas de cada contexto productivo.
  • Diagnóstico con enfoque ODS: a través del cual se identificaron los impactos más relevantes, las fortalezas ya existentes y las posibles áreas de mejora en materia ambiental, social y de gobernanza (ASG).

Tres formas de aplicar la sostenibilidad desde lo local

Hortamar (Andalucía)

Hortamar ya había incorporado desde hace años prácticas sostenibles en su modelo de producción, pero el trabajo del Observatorio permitió visibilizarlas con mayor precisión y reforzar su impacto estratégico.

Se destacaron acciones como la reutilización del agua en los sistemas de riego, la instalación de setos que recuperan biodiversidad en zonas de invernadero, la aportación de tierra para enriquecer suelos, y el uso de energías limpias mediante paneles solares. Además, la cooperativa ha dedicado entre un 15 % y un 20 % de su producción al cultivo ecológico y ha implementado la producción integrada como estándar operativo.

El diagnóstico permitió, además, identificar oportunidades para profundizar en sistemas de monitorización hídrica y reforzar la trazabilidad de sus indicadores ambientales.

Alimer (Región de Murcia)

En el caso de Alimer, el foco estuvo en el ámbito social. Muchas de las prácticas implementadas por la cooperativa no eran percibidas como parte de una estrategia de sostenibilidad, a pesar de su alto impacto positivo.

Durante el proceso se sistematizaron sus políticas de conciliación laboral, flexibilidad horaria, igualdad de oportunidades y diversidad cultural. Además, se analizaron los mecanismos internos de participación y los modelos de relación con los socios y trabajadores.

El proyecto ayudó a conectar esas buenas prácticas con los ODS 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente) y 10 (reducción de desigualdades), y permitió explorar nuevas formas de evaluación del impacto social generado por la cooperativa en su entorno.

Ruralfruit (Comunidad Valenciana)

El diagnóstico de Ruralfruit puso en valor un modelo de sostenibilidad que se había construido sobre la base del compromiso social, laboral y territorial.

Entre las prácticas destacadas se encuentran la contratación directa sin intermediarios laborales, la integración sociolaboral de personas migrantes y la colaboración internacional con cooperativas del sur global. Aunque estas acciones formaban parte de la identidad de la cooperativa, no se habían vinculado hasta ahora con indicadores ni con políticas de sostenibilidad formalizadas.

El trabajo del Observatorio permitió traducir ese compromiso en datos, visibilizarlo frente a terceros y sentar las bases para un sistema de mejora continua también en el eje social.

De la medición a la mejora: sostenibilidad como ventaja estratégica

Uno de los principales aprendizajes del proyecto piloto ha sido comprobar que muchas cooperativas agroalimentarias ya están aplicando prácticas sostenibles, pero no siempre cuentan con las herramientas necesarias para medir, estructurar y comunicar ese impacto.

El Observatorio no solo facilita ese proceso de medición, sino que lo transforma en un diagnóstico orientado a la acción. Porque medir sirve de poco si no se traduce en decisiones. Y actuar sin datos limita el alcance y la credibilidad de cualquier iniciativa.

En este sentido, el proyecto piloto ha demostrado que es posible aplicar una metodología rigurosa, basada en datos, adaptada a la realidad cooperativa y enfocada a mejorar: desde el uso del agua hasta las condiciones laborales, desde la eficiencia energética hasta la biodiversidad local.

¿Y ahora qué?

Este proyecto piloto ha sido una prueba de concepto: las cooperativas agroalimentarias pueden medir, evaluar y transformar su sostenibilidad de forma práctica, rigurosa y adaptada a su realidad. Ahora, el reto es extender esta metodología al conjunto del sector, consolidarla como herramienta de gestión y convertir el análisis ASG en parte habitual de las decisiones empresariales.

Desde el Observatorio de Sostenibilidad de Anecoop, seguiremos trabajando junto a nuestras cooperativas y empresas socias para:

  • Traducir la sostenibilidad en datos útiles.
  • Identificar acciones concretas con impacto.
  • Generar una cultura de mejora continua.
  • Reforzar la competitividad desde el compromiso real.

Porque avanzar en sostenibilidad no es un ejercicio de imagen.
Es una forma de construir futuro.

Close Menu

Anecoop

Calle Monforte, 1. Entresuelo. 46010, Valencia. Spain


www.anecoop.com